domingo, 12 de junio de 2011

Después del legado dejado por Infinity Ward y su telenovelesca salida de Activision, nuevamente llega Treyarch a intentar llenar el vacío en el corazón de los fanáticos de los FPS. Debo confesar que este género no es mi favorito y que muchas veces lo he culpado de los vicios de la industria, pero cuando nadie me ve tomo mi control, me pongo mi mascara de troll y me preparo para descargar mis frustraciones en línea. Call of Duty Modern Warfare fue un título que marcó las nuevas tendencias dentro del género, así que cuando me enteré que saldría una nueva entrega de la serie desarrollada por otro estudio automáticamente sentí una mezcla de emoción e incredulidad; sin embargo, muchos de mis amigos fanáticos de la serie automáticamente mostraron rechazo al título por ser desarrollado por otro equipo. ¿Realmente el estudio pesa más que el juego?
La campaña se desarrolla durante la guerra fría. Alex Mason es tu nombre, estas amarrado a una silla y no sabes porque, sin embargo, en las sombras puedes ver a un hombre gritando y forzándote a buscar la respuesta sus preguntas en lo más profundo de tu mente. Con cada grito que recibes regresan tus recuerdos y es ahí cuando nosotros intervenimos. Las regresiones de nuestro personaje principal son el motor de la campaña y a lo largo de recuerdos, exóticas locaciones y giros en la trama podrás ir resolviendo el enigma que el señor Mason encierra. La campaña me pareció muy buena y desde mi punto de vista es muy superior a la de sus predecesores; sin embargo, los personajes son genéricos y estereotipados por lo que difícilmente a largo plazo serán recordados por su nombre y pasarán al fichero del olvido bajo el nombre del ruso, el de la cicatriz y sus amigos.








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